Deporte en los más pequeños

“La psicomotricidad, es la capacidad del sistema nervioso de producir la contracción de un músculo de forma adecuada, es probablemente la competencia más importante a lograr por los más pequeños en sus primeros años de vida. El ejercicio físico y la práctica deportiva son dos de las herramientas fundamentales para conseguir un buen desarrollo psicomotriz entre los más pequeños”

España es el sexto país de Europa con más obesidad infantil. Según los últimos estudios, el 23% de los niños de hasta 11 años tiene sobrepeso.

Practicar deporte desde edades tempranas aporta multitud de beneficios, no sólo físicos sino también mentales. La alimentación es fundamental.

Pero ser sano no significa solo llevar una dieta saludable, eso es solo una parte. La otra parte está relacionada con el deporte y la vitalidad. Hoy en día los niños están muy vinculados a la tecnología, videojuegos….cuando antes lo normal era bajar y jugar en el parque, lo que implicaba moverse.

Generar el hábito del ejercicio en nuestros hijos tiene muchos beneficios, como por ejemplo la mejora general de la salud y además favorece la prevención del sobrepeso y la obesidad en el caso de niño y adolescentes. Evitar el sedentarismo y fomentar el ejercicio es fundamental.

Beneficios:

  • Mayor concentración. Hay estudios que relacionan el deporte con un mejor rendimiento académico y una mayor capacidad de atención. Aumenta el flujo de oxígeno al cerebro, algo que repercute positivamente en la capacidad de aprendizaje, la memoria, la concentración y el estado de alerta.
  • Favorece la creación de hábitos, ya que el hecho de el niño practique su deporte favorito a una determinada hora le ‘forzará’ a organizar y estructurar el resto de su tiempo. Si por el contrario dispone de todas las tardes ‘libres’, será más difícil que pueda adquirir una buena rutina académica.
  • Previene la obesidad, disminuye los triglicéridos y la tensión arterial.
  • Evita el sedentarismo
  • Prevención de la diabetes. La insulina funciona mejor si haces ejercicio.
  • Están más relajados después del ejercicio. Liberan todo el stres.
  • Aprenden valores como: esforzarse,  trabajar en equipo, a competir, a ganar y perder, a socializarse, compartir sentimientos, conseguir objetivos, compañerismo, la lealtad, la recompensa tras el esfuerzo, la aceptación de unas reglas.
  • Beneficios a nivel psicológico-cognitivo.
  • Además de aportar cualidades como agilidad, coordinación, resistencia, fortaleza y equilibro
  • Se relaciona con una menor probabilidad de sufrir ansiedad o depresión.
  • Les ayuda a estar en buena forma física.
  • Favorece el sistema inmune.
  • Mejora su autoestima, les ayuda a conocerse mejor a sí mismos y a su cuerpo.
  • Les enseñe a aceptar sus limitaciones.
  • Practican deporte consiguen unos hábitos que marcará la pauta de muchos comportamientos en la edad adulta.
  • Las normas en el deporte, se enseñan de una manera diferente, ya que la actividad permite que haya límites muy claros y las consecuencias de no respetarlos se vivan en primera persona
  • La producción de endorfinas que genera el deporte y por eso los niños y jóvenes que practican regularmente deporte, son más felices y están más contentos: «Al hacer ejercicio el cerebro produce más neuronas y más conexiones entre ellas, fenómeno que se conoce como neurogénesis y por lo tanto aumentará su capacidad de aprendizaje».

En conclusión, hay que conseguir que los niños y adolescente se muevan y hagan deporte, porque su salud mejorará, se concentrarán mejor y adquirirán valores de compañerismo y trabajo en equipo.

Pero hay que tener en cuenta que los huesos, los músculos y el sistema nervioso de los niños es inmaduro, por tanto, no hay que sobrecargar a los niños con actividades físicas que excedan sus posibilidades, madurez e integridad de su sistema musculoesquelético.

 

¿Conoces los mejores deportes para desarrollar la psicomotricidad entre los niños?

Mejorar las habilidades psicomotrices de los más pequeños a través de distintos ejercicios como recortar, pintar, dibujar y por su puesto a través de la práctica deportiva esuno de los primeros objetivos de la infancia, señala Miguel Ángel López, jefe del Departamento de Educación Física de Primaria en Brains International School La Moraleja.

Aunque todo ejercicio físico incrementa la motricidad, hay ciertas prácticas deportivas que desarrollan mejor ciertas competencias.

5 deportes para mejorar la psicomotricidad en los más pequeños

  • Predeporte:o juego pre-deportivo permite a los más pequeños desarrollar sus habilidades psicomotrices a través de divertidos juegos. De esta forma, los niños aprenderán a ver el deporte como algo divertido al mismo tiempo que mejoran sus destrezas motrices.
  • Natación: casi todos los músculos del cuerpo se activan cuando estamos en el agua. Además ayuda a mejorar el control de la respiración, aumenta la fuerza y la resistencia de los niños.
  • Fútbol:El deporte rey también es un buen aliado para desarrollar la psicomotricidad de los más pequeños. El trabajo en equipo, el sentimiento de pertenencia a un grupo y la coordinación son valores que se aprenden jugando a este deporte. Sus beneficios físicos están relacionados con la mejora de la coordinación y el aumento de la resistencia física.
  • Baloncesto:Permite desarrollar a los niños muchas habilidades entre las cuales destacan la rapidez, la concentración y el equilibrio. Ayuda a los más pequeños a relacionarse y a aprender que significa jugar en equipo.
  • Judo: se desarrollan las destrezas y habilidades básicas de nuestros pequeños. Aprenden a controlar su cuerpo y emociones así como, a través del contacto y el juego, a respetar a sus compañeros.

El hockey, baile, atletismo

 

A la hora de elegir el mejor deporte para los más pequeños es fundamente tener en cuenta sus gustos y aficiones. Nunca debemos imponer a un niño la realización de una determinada práctica deportiva, ya que se fomentará el rechazo de los más pequeños hacia la misma

El deporte tiene importantes beneficios para los niños y mejora su vida, tanto a nivel físico como mental. Por eso es importante comenzar a generar el hábito de practicar ejercicio desde la infancia. Pero también es fundamental que tengamos en cuenta que el cuerpo y la mente tienen unas necesidades diferentes a cada edad. A continuación, te contamos por qué es bueno practicar ejercicio físico en la infancia y qué deportes puedes animar a practicar a tus hijos según su edad.

Por qué es bueno hacer deporte en la infancia

Es necesario comenzar a inculcar a los niños unos hábitos de vida saludables desde que son pequeños. De esta forma, al llegar a la edad adulta, habrán asimilado el ejercicio como parte de su vida cotidiana. Además, tendrán un hobby que resultará muy positivo para su desarrollo personal.

El cuerpo del ser humano cambia con el paso del tiempo y a medida que se desarrolla. Por eso, las características físicas a cada edad son diferentes. El cuerpo de los niños pequeños aún no está formado, sino que está en plena fase de crecimiento. La práctica habitual de una actividad favorece el buen desarrollo físico y mental de los pequeños.

 

También que escojamos las actividades físicas más adecuadas a su nivel de desarrollo, a las necesidades específicas de dada edad y a las habilidades propias de cada etapa de crecimiento.

Qué deporte es bueno hacer desde los Embarazo

Embarazo – es un hábito saludable que puede transmitirse al bebé de, con las clases de yoga o pilates para embarazadas están enfocadas a mejorar la salud de la madre, prepararla de cara al parto y beneficiar el desarrollo del feto.

Desde el nacimiento – El yoga para bebés favorece el desarrollo psicomotor del niño. Es una actividad que pueden realizar los papás y mamás junto a sus bebés. Potencia la conexión emocional entre el bebé y sus padres, la relajación y el bienestar físico y emocional del niño y de los adultos que lo practican con él.

 

Qué deporte es bueno hacer a partir de los 6 meses

Natación: Tiene como objetivo familiarizar a los pequeños con el medio acuático y estrechar el vínculo de confianza entre el niño y sus padres, que se sumergen con él en el agua para darle seguridad. Favorece el desarrollo del niño, también se consigue que los bebés aprendan a mantenerse a flote, a darse la vuelta en el agua para evitar ahogarse en caso de caída y a contener la respiración bajo el agua, unas habilidades que el bebé terminará por poner en práctica de forma automática en cuanto entre en contacto con el agua.

Ejercicios de motricidad gruesa y fina: Los ejercicios de psicomotricidad son útiles para potenciar las capacidades motoras de los bebés y sus habilidades sensoriales. Estos pueden realizarse fácilmente en casa con la ayuda de una manta de actividades infantil que anime al bebé a mover sus piernecitas y brazos, a dar pataditas, a agarrar y soltar objetos…

Benefician el desarrollo sensorial, físico y cognitivo, potencian la coordinación motora y fortalecen el tono muscular. Todo ello favorece la sedestación y el gateo, dos fases primordiales del desarrollo en la infancia que anteceden a los primeros pasos del bebé.

 

Qué deporte es bueno hacer a partir de los 2 años

Baile: A todos los bebés les encanta bailar y son capaces de moverse al son de la música de forma innata desde prácticamente su nacimiento. Los cursos de baile infantil les introducen en el mundo del baile y la música, aprovechando sus múltiples beneficios físicos y psíquicos: concentración, flexibilidad, coordinación, ritmo musical, trabajo en equipo, expresión corporal, elasticidad, agilidad, forma física, tono muscular, estado de ánimo alegre y positivo…

Antes de los 4 años de edad, los niños no están listos para tomar clases de baile con una estructura formal, pero sí pueden tomar clases de movimiento. Están destinadas a niños de entre 2 y 3 años de edad y en ellas los pequeños desarrollan sus destrezas motoras mediante juegos.

 

Qué deporte es bueno hacer a partir de los 3 años

Natación: es el deporte por excelencia y uno de los más completos que existen, tanto para niños como para adultos. Mejora la coordinación y la resistencia, potencia la disciplina trabajando la relación entre esfuerzo y resultado, relaja, abre el apetito, tonifica el cuerpo, favorece la formación ósea, aporta fuerza y resistencia física, favorece la sociabilidad, mantiene en buena salud a los niños y es muy aconsejable para corregir problemas posturales desde la infancia.

Gimnasia :concibe el ejercicio como un juego. A través de diferentes y divertidas actividades se fomenta que los niños caminen, corran, gateen, repten, rueden, salten, escalen, lancen y cojan objetos y boten pelotas.

El mejor juego de gimnasia posible para estas edades es combinar la música con el ejercicio.

De esta forma, se mejoran las habilidades y destrezas infantiles y los niños aprenden a controlar su cuerpo y a coordinar el tren inferior con el superior de forma lúdica y gradual. Además, los juegos que se practican en las clases de gimnasia para niños también sirven para mejorar sus cinco sentidos.

 

Qué deporte es bueno hacer a partir de los 4 años

Artes marciales: Las artes marciales como el taekwondo, el judo o el kárate favorecen la coordinación de movimientos, la velocidad, la agilidad, la fuerza y los reflejos. Son actividades progresivas que se adaptan fácilmente a la evolución individual de cada niño, por lo que es posible comenzar a practicarlas desde muy pequeños.

También tienen importantes efectos positivos a nivel psicológico y como parte de la educación de los niños, ya que todas ellas son disciplinas que enseñan autocontrol, relajación y respeto por el adversario.

Yoga para niños: A los 4 años, los niños ya pueden alcanzar cierto grado de concentración y son capaces de entender cómo deben practicar cada ejercicio sin necesidad de que sus padres guíen sus movimientos. El yoga les enseña a relajarse y a tranquilizarse mediante ejercicios de respiración, les ayuda a controlar su mente a la vez que ejercitan su cuerpo.

Otros beneficios de esta actividad son un aumento en la capacidad de concentración y la eliminación del estrés cotidiano. También mejora la elasticidad y el tono muscular de los niños y les ayuda a evitar futuros problemas de espalda.

Montar en monopatín: además de ser divertido, fomenta la coordinación y el equilibrio de los niños. También mejora su fuerza, su resistencia y su flexibilidad, así como su capacidad cardiovascular. Eso sí, siempre se deben respetar las normas de seguridad, como son el uso de casco y protecciones de las extremidades y practicar este deporte con la supervisión directa de un adulto.Además es un deporte económico que también sirve como medio de transporte haciendo a los niños más autónomos, aliviando su estrés y aportándoles bienestar físico y emocional.

Esquí: Las clases con monitor comienzan aproximadamente a los 4 años de edad. Mejora el equilibrio y fortalece la musculatura. Favorece el vínculo familiar, ya que es perfecto para practicarse en familia.

 

Qué deporte es bueno hacer a partir de los 5 años

Ciclismo: A los niños les encanta montar en vehículos con ruedas: correpasillos, triciclos, bicicletas sin pedales y bicis con ruedines forman parte de la infancia de todos ellos. Por eso, el ciclismo es un deporte con el que se sienten familiarizados desde muy pequeños y es fácil motivarles para seguir practicándolo con el paso del tiempo.

Aproximadamente a los 5 años, la mayoría de los niños pequeños se desprenden de los ruedines y están preparados para practicar este deporte, que además es una actividad excelente para compartir en familia y ofrece múltiples beneficios para los más pequeños, tanto cognitivos, como educativos y sociales.

A nivel físico, todo son beneficios: aumenta la resistencia, la velocidad y la agilidad, estimula la coordinación y el equilibrio, mejora las articulaciones, refuerza el sistema inmunitario, aumenta la capacidad respiratoria, mejora el sistema circulatorio, previene dolores de espalda, fortalece los huesos, combate la obesidad, favorece el flujo de la sangre…

Asimismo, permite a los niños disfrutar más tiempo del aire libre y aumentar así su bienestar personal. A nivel psicológico también tiene ventajas: incrementa la autonomía y la autoestima, reduce la ansiedad y el estrés, y eleva el estado de ánimo.

También fomenta el desarrollo de valores sociales como el compañerismo y el encuentro social. Es un deporte que crea conciencia ecológica, ya que los niños aprenden desde muy pequeños a utilizar la bicicleta como medio de transporte. Eso sí: debemos acostumbrar a los peques a llevar casco para prevenir golpes en caso de caída.

Patinaje: es un deporte muy divertido que también puede practicarse en grupo, favorece el equilibrio y refuerza la musculatura de las piernas. No obstante, también es necesario tomar ciertas medidas de seguridad, protegiendo la cabeza, las rodillas, los codos y las muñecas ante el riesgo de caídas.

Es un deporte saludable y ameno que activa la circulación sanguínea, desarrolla la concentración y el control del aprendizaje, quema calorías, mejora la resistencia física y fortalece el pulmón y el corazón.

Deportes de pala o raqueta: El tenis, el paddle, el bádminton o el ping-pong son deportes técnicamente exigentes que pueden iniciarse entre los 4 y los 6 años, dependiendo del desarrollo psicomotor del niño.

Sus principales beneficios son que proporcionan resistencia y potencia, a la vez que favorecen la coordinación viso-manual.

 

Qué deporte es bueno hacer a partir de los 6 años

Gimnasia rítmica/artística: favorece la coordinación, la elasticidad y la flexibilidad. También potencia los movimientos corporales y el sentido del ritmo. Puede empezarse a practicar una o dos horas por semana partir de los 5 años y a modo de diversión.

Las actividades mediante una coreografía bailada estimulan la expresión corporal, el oído musical y la memoria, pero han de tenerse presentes ciertas precauciones para evitar lesiones o interferencias con el desarrollo del niño, especialmente a la hora de realizar ejercicios con pesas o aparatos hasta alcanzar una edad adecuada.

Escalada: A partir de los 6 años, los niños ya han desarrollado por completo todas sus habilidades motoras. Es el momento ideal para comenzar a practicar otro tipo de deportes, como la escalada. En realidad, es una actividad con la que ya están familiarizados pues muchas estructuras lúdicas al aire libre incluyen ejercicios de este tipo en sus parques infantiles.

También les ayuda a ser más independientes, a quemar calorías y a fortalecer todos los músculos, ya que la escalada es un deporte muy completo en el que se ve involucrado todo el cuerpo. Además, su práctica les transmite valores como el compañerismo.

Si se practica al aire libre, es un deporte que permite a los niños disfrutar de entornos naturales, respirar aire puro y aprender a respetar el medio ambiente. Los espacios artificiales también benefician al niño, sobre todo durante su iniciación a este deporte, porque les transmiten más confianza y seguridad en sí mismos.

 

Qué deporte es bueno hacer a partir de los 7 años

Deportes de equipo

Deportes como el fútbol, el baloncesto, el voleibol, el rugby, el hockey o el balonmano, entre otros, además de trabajar la forma física, la habilidad motora y la coordinación, sirven a los niños para relacionarse y aprender a desarrollar estrategias de juego.

Al ser deportes de equipo, favorecen la cooperación y la sana competitividad. Antes de esta edad pueden empezar a practicarlos, pero sin competir, solo como juego o diversión, sin hacer demasiado hincapié en las reglas, que irán aprendiendo con la práctica de forma gradual.

A partir de los 10-12 años ya pueden empezar a llevar acabo entrenamientos más regulares y disciplinados y a participar en competiciones infantiles (con balones especiales y en campos más pequeños).

Recomendaciones:

Como recomendaciones generales a la hora de escoger el deporte más adecuado para nuestros hijos según su edad:

  • Los niños de 3 a 5 años de edad no deben hacer más de 3 ó 4 horas de ejercicio físico/semana
  • Hasta los 7 años el deporte debe ser un juego divertido para el niño.
  • A partir de esta edad, es aconsejable llevar a cabo un seguimiento médico y fisioterapéutico al practicar cualquier deporte que exija un entrenamiento muy disciplinado y con el objetivo de competir.
  • Conviene evitar la competición antes de haber cumplido los 10-12 años y completar todo deporte individual con uno colectivo.

 

«Un niño que tiene sobrepeso ya con un año de vida, con muchísima probabilidad tendrá sobrepeso en la edad adulta, así como las enfermedades que de él se derivan»

RECOMENDACIONES GENERALES

  • Siempre debemos asegurarnos que el entorno en el que los niños y adolescentes practiquen su actividad física sea seguro y sin peligros.
  • Asi mismo los niños deben llevar todos los elementos de protección personal necesarios para la práctica deportiva (casco, coderas, ropa reflectante si es necesario)
  • Los niños y adolescentes no sudan tanto como los adultos realizando ejercicio físico, su sistema de termorregulación es inmaduro. Evitar que los niños jueguen o hagan deporte en ambientes calurosos es fundamental.
  • Los niños deben hidratarse antes, durante y después del ejercicio físico.
  • Hasta los 7 años, todo deporte o actividad física debe ser un juego. Hay que evitar que los niños participen en competiciones exigentes antes de los 12 años. La especialización demasiado temprana en un deporte no es buena.
  • Hay que complementar ejercicios individuales con colectivos, para un correcto desarrollo emocional y psicológico del niño.
  • El fisioterapeuta puede ser un gran aliado sobre todo si compite.
  • Los niños pasan más del 80 por ciento de la jornada escolar sentados y cuando salen continúan con actividades sedentarias. Por este motivo, se recomienda a los padres que fomenten la actividad física de sus hijos todo lo posible en su tiempo libre a través de juegos o actividades al aire libre o en grupo.
  • Debe ser todo un juego y no una competición, una diversión y no un estrés añadido y un agotamiento en el día a día.

 

Una disciplina muy exigente, ¿puede suponer mayor riesgo de alteraciones psicológicas posteriores? Los fisioterapeutas españoles señalan:

  • La temprana edad de los deportistas como una de las principales causas de los traumatismos. “En los menores de 8 años aún no se han desarrollado las habilidades motrices básicas ni las espuestas motoras eficientes, mientras que los niños en edad prepubertad sufren cambios en el crecimiento óseo que pueden derivar en patologías musculotendinosas”.
  • Cuanto más entrenen y más partidos tengan, y el aumento del nivel de exigencia, como pueden ser las categorías inferiores de los grandes clubes, hacen que aumenten estas lesiones.
  • La gravedad de los traumatismos o sobreesfuerzos pueden tener graves consecuencias en la salud de los menores. Estas lesiones pueden llevar a la incapacidad deportiva a largo plazo. “En los casos más graves pueden surgir inestabilidades articulares, alteraciones en el crecimiento de los huesos por la afectación de los cartílagos de conjunción o retardos en los procesos de cicatrización que pueden prolongar la sintomatología”.
  • La prevención de lesiones es fundamental.
  • Evitar la especialización deportiva en edades tempranas debido a los movimientos repetitivos y la descompensación del trabajo muscular que supone.
  • Practicar varias disciplinas de forma simultánea para la adquisición de amplias destrezas motrices de coordinación.
  • Adopción de medidas de protección.
  • Acudir a una consulta especializada si los dolores persisten durante una semana.
  • No está demostrado que las especializaciones en actividades deportivas a una edad tan temprana conlleven un mejor rendimiento posterior.
  • Se puede afirmar que en general los niños deben realizar actividad física regularmente sin especializaciones concretas dentro de las disciplinas deportivas.
  • Recomiendamos que en la carta a los Reyes Magos se incluyan “juguetes activos” es decir, aquellos juegos o actividades de ocio que permiten al niño activar el metabolismo de su cuerpo, mejorar su desarrollo musculo-esquelético, y desarrollar valores sociales y la capacidad imaginativa a través del juego. “Queremos sensibilizar a los niños, pero también a los padres, sobre los beneficios de las actividades físicas y los deportes en grupo, invitándoles a que estas Navidades elijan regalos que las fomenten”,

Pero, ¿qué ocurre exactamente a nivel anatómico y fisiológico?

– A nivel óseo, uno de los datos más importantes es la densidad del hueso. La actividad física está significativamente asociada con mayores ganancias en la densidad mineral ósea volumétrica trabecular y el índice de fuerza ósea.  Las contracciones musculares, junto con la acción de la gravedad, van a ejercer una presión sobre el esqueleto que va a adaptarse a los requerimientos necesarios individuales. Esto quiere decir que un niño que realiza deporte de forma regular va a tener una composición ósea más potente, que le va a permitir soportar mejor las fuerzas que sus músculos realizan en la actividad diaria y que, por lo tanto, durante la etapa de crecimiento, el deporte puede influir en la conformación de la arquitectura ósea. Dentro del tipo de ejercicios parece ser que los ejercicios de fuerza son los que mayor cambio influyen en cuanto al aumento de densidad ósea.

– A nivel muscular, el deporte genera mayores cambios anatómicos que en el hueso. Un aumento de la grasa acumulada en tejido predispone a un aumento de la resistencia a la insulina y una alteración en la tolerancia de la glucosa, que predispondrán a enfermedades metabólicas, por lo que disminuir el porcentaje de grasa será un objetivo de la actividad física en el niño, más aún si tiene problemas de sobrepeso. Además, un aumento del tono muscular de músculos agonistas (los que se encargan de un movimiento a través de su contracción muscular)  y antagonistas (los que ejercen la acción contraria al agonista), le ayudará a mantener una correcta posición, impidiendo que malas posturas perjudiquen el desarrollo de la arquitectura ósea, tal y como se ha comentado en el punto anterior. Un músculo entrenado tendrá también una mayor flexibilidad y resistencia.