El dolor referido de origen visceral

La mayoría de las veces que atendemos a un paciente en consulta, suele acudir con un síntoma común: “el dolor”. Dado que nos encontramos dentro del ámbito de la fisioterapia, el dolor que presentan los pacientes lo perciben dentro de su sistema musculoesquelético, es decir, dolor de hombro, dolor de espalda, etc. Sin embargo, hemos de tener presente que no todo dolor físico es siempre proveniente de la zona en la que se siente (un dolor de hombro podría no tener un origen en ese hombro), sino que puede surgir de otra zona del organismo.

Como osteópatas, concebimos al paciente como un todo desde una visión holística, y en ese todo entran también todas aquellas estructuras que conforman al paciente y que no son simplemente su sistema musculoesquelético, como por ejemplo las vísceras. Éstas están relacionadas entre sí y con el resto del organismo a través de un intrincado sistema de ligamentos, mesos, fascias, etc. que los unen.

Por tanto, podemos establecer una relación entre este sistema de vísceras y el sistema musculoesquelético, y si, como hemos dicho al principio, pueden haber estructuras que perciban dolor proveniente de otras zonas del organismo, estamos ante un concepto muchas veces olvidado: “el dolor referido de origen visceral”.

Llegados a este punto, también nos interesaría aclarar un par de conceptos:

  • Dolor irradiado: Es el producido por una irritación de un tronco ó raíz nerviosa. El paciente nota el dolor en el territorio cuya sensibilidad recoge esta raíz o tronco, y no en el lugar en el que ésta está siendo comprimida. Es lo que ocurre por ejemplo en unaciática, que hay una compresión del nervio a nivel lumbar y el paciente tiene una clínica de dolor, adormecimiento o pérdida de fuerza (uno o varios de estos síntomas combinados) de la pierna. Puede haber compresión del nervio a la salida de la columna vertebral así como a lo largo de su trayecto, aumentando exponencialmente la sintomatología del paciente.
  • Dolor referido:Es un dolor propagado (no son localizados a punta de dedo), difuso, cuyo origen no está en la zona de aparición del mismo sin haber sufrido traumatismo previo en la misma, y se diferencia del anterior en que, mientras que en el dolor irradiado las partes lesionadas son las vías de su circuito, en éste las vías nerviosas están indemnes. En el dolor referido la lesión se produce en las estructuras esqueléticas, no en las neurales. La presión sobre un punto en este caso provoca sólo dolor local, mientras que la presión sobre la zona de origen de la lesión origina tanto dolor local como en toda la zona de dolor referido que refiere el paciente.

Podríamos definir entonces este dolor referido visceral como el dolor que experimenta un sujeto en su sistema musculoesquelético cuyo origen se encuentra en el mal funcionamiento de una víscera.

Además de esto, el dolor que se percibe presenta unas características concretas: es constante, persistente, resistente o con muy poca mejoría al tratamiento con fármacos (antiinflamatorios y/o relajantes musculares), de aparición lenta y progresiva, que se agrava o se alivia en un horario concreto (siguiendo el ritmo circadiano de cada víscera), difuso o difícil de localizar a la palpación, empeora con el “trabajo” de una víscera concreta (por ejemplo, con la ingesta y digestión de algunos alimentos, durante la ovulación o menstruación, etc.).

¿Cuáles podrían ser entonces las posibles causas de una lesión visceral?:

  • Pérdida de movilidad en las fascias viscerales, fundamentalmente de serosas, a posteriori de cirugías o infecciones, que determinan adherencias. Pérdida de movilidad de un órgano por mal deslizamiento con las estructuras que lo rodean. Son generalmente consecuencia directa o indirecta de las cicatrices. El órgano se mueve alrededor de ese punto de fijación (nuevo eje de movimiento).
  • Una cicatrizpuede presentar adherencias profundas, que pueden ocasionar espasmos (por tensión permanente), problemas circulatorios y fibrosis general.
  • Espasmos viscerales: Se encuentran generalmente a nivel de los órganos huecos que presentan una doble musculatura lisa, con fibras longitudinales y circulares. A raíz de una irritación, las fibras musculares presentan una tensión permanente, lo que provoca éstasis del flujo digestivo.

Este fenómeno, al igual que el espasmo muscular, es generalmente limitado en el tiempo, pero si no es tratado, puede ser el factor inicial de una fijación orgánica y después de una patología.

  • Diafragma, por inserciones en las costillas, por charnela dorso- lumbar y por inervación frénica de cervicales (C3-C4-C5).
  • Lesión circulatoria, por angioespasmo, tensiones, presión abdominal,…
  • Sistema neurovegetativo parasimpáticocraneal y sacro (Controlar recorrido del par X o nervio vago, sobre todo en agujero rasgado posterior) y ortosimpático (columna vertebral).
  • Afectación nerviosa local.
  • Afectación psicológica(una emoción, sentimiento, estrés…).
  • Afectación bioquímica (una mala alimentación, ingestión excesiva o crónica de medicamentos…).

Todo este sistema de propagación del dolor podría ser explicado gracias al concepto de “metámera”, que hace referencia a un segmento concreto de la médula espinal de la que nacen los nervios que van a inervar una región concreta. Dentro de esa región se incluyen:

  • Dermatoma: encargada de inervar la piel.
  • Miotoma: inerva la musculatura. Tenemos 10 miotomas.
  • Viscerotoma: inerva órganos o vísceras.
  • Angiotoma: inervación vascular.
  • Neuritoma: el propio nervio y su prolongación con el sistema nervioso autónomo.

Todos los elementos que pertenecen al mismo nivel metamérico pueden presentar alteraciones cuando uno de ellos está en disfunción. Existe un ejemplo muy claro de esta relación que todo el mundo conoce: una persona que está sufriendo un infarto de miocardio, además del dolor en el pecho y la sensación de opresión en el mismo, aparece un dolor que se extiende por todo el brazo izquierdo. Éste es el dolor referido del corazón al sistema musculo-esquelético. Pues, al igual que el corazón, para cada víscera existe un patrón de dolor referido específico.

Afortunadamente, son conocidas ya las vísceras que más frecuentemente provocan este tipo de dolores referidos y a qué zonas del sistema músculo esquelético afectan. Por ejemplo, un problema en el estómago puede producir dolor referido en la zona cervical, detrás del esternón, en el hombro derecho, en el recto del abdomen, en el trapecio o en las vértebras dorsales medias, y más comúnmente en el lado derecho. El riñón refiere dolores en la zona lumbar, la parte interior del muslo, los gemelos o la planta del pie. En el caso del hígado, puede aparecer dolor en la cabeza, el trapecio o el omóplato derecho. Si el órgano que funciona mal son los pulmones, el dolor referido suele aparecer en el cuello, el trapecio derecho, en la zona torácica, la parte superior del abdomen o el lado derecho de la espalda, etc.

 

dolor-visceral

 

Como podemos comprobar, es muy importante conocer esta relación entre el dolor y su posible origen visceral. En la clínica Silvia Molins somos especialistas en el diagnóstico de esta patología y en su correcto tratamiento por distintos medios. Por tanto, si presentas dolor sordo, constante, que no se alivia con las medidas habituales, o que presenta un horario concreto, acude a consulta y encontraremos la solución a tu problema.