La importancia de la estimulación en los bebés

“Una estimulación sensorial a edad temprana facilitará, por medio de la propia experiencia un mejor aprendizaje de los niños”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el entorno en el que un niño crece, influye de manera decisiva en su desarrollo cerebral. Las experiencias cotidianas de la vida del bebé pueden desarrollar y estimular sus sentidos, así como proporcionar a los padres una oportunidad de alimentar la capacidad de su pequeño de aprender, pensar y crecer.

En los primeros tres años de vida se produce el 85% del desarrollo neuronal que favorece la comunicación, la comprensión, el desarrollo social y el bienestar emocional. El cerebro de un bebé,  crea hasta 1,8 millones de nuevas conexiones sinápticas por segundo, y las propias experiencias del bebé son las que determinarán qué sinapsis se conservarán. La estimulación temprana de los niños es más eficaz porque su cerebro tiene mayor plasticidad; esto hace que se establezcan conexiones entre las neuronas con más facilidad, rapidez y eficacia.

«En este desarrollo neuronal, que se produce por estas sinapsis o conexiones entre neuronas que dan lugar a la conformación cerebral, influye de manera significativa el entorno en el que niño crece. En este sentido, la estimulación multisensorial, lo que el bebé siente, ve, oye y huele, contribuye al desarrollo cerebral; por lo que para un crecimiento y desarrollo feliz y saludable, los bebés necesitan atención, sensibilidad y estimulación».

En base a este dato, y a la recopilación de diferentes estudios científicos que ponen de manifiesto los beneficios que aporta la estimulación multisensorial (estimulaciones táctiles, olfativas, auditivas y visuales) en el desarrollo social, emocional, cognitivo y físico de los bebés.

  • Táctil: El tacto es el sentido mejor desarrollado en los bebés en el momento del nacimiento. Por ello, la OMS recomienda el contacto piel con piel desde los primeros días de vida. Los beneficios son múltiples: aumento del peso del bebé, mejora de la digestión de los alimentos, disminución del estrés en padres y bebés sanos, reducción de la depresión materna y los niveles de ansiedad…
  • Visual: Los bebés utilizan el contacto ocular directo como una forma de comunicación e incluso muestran una mejora de los procesamientos neuronales cuando un progenitor los mira directamente. La estimulación visual es fundamental desde el nacimiento y hasta los tres años, y sienta las bases del desarrollo de las habilidades sociales.
  • Auditiva: Los sonidos crean recuerdos en el área del lenguaje de la corteza cerebral. Los bebés pueden reconocer la voz de un progenitor, tal y como demuestra el aumento de la actividad cerebral de la región temporal posterior izquierda del cerebro. Sonidos como que los padres hablen o canten al bebé.
  • Olfativa: Los bebés son capaces de recordar un olor en los primeros días después del nacimiento y presentan una mayor respuesta cognitiva cuando la estimulación olfativa se combina con la táctil. Entre los beneficios de esta estimulación, destacan los efectos relajantes y calmantes.

Nuestro cerebro requiere información que le ayude a desarrollarse. Su crecimiento depende de la cantidad, tipo y calidad de estímulos que recibe; las capacidades no se adquieren sólo con el paso del tiempo.

El bebe  nace con una serie de reflejos que le permiten interaccionar y relacionarse con su alrededor, entre ellos el reflejo de succión, orientación hacia la luz y el sonido y el del agarre. Gracias a estos, se dan 5 respuestas típicas que producen una comunicación con la madre afectiva de protección, cariño, seguridad.

El bebé precisa recibir estos estímulos a diario, desde el momento de su nacimiento. Si recibe estímulos pobres, de una forma irregular o en cantidad insuficiente, el cerebro no desarrolla adecuadamente sus capacidades al ritmo y con la calidad que cabría esperar. Por otro lado, una estimulación temprana, abundante, periódica y de buena calidad nos garantiza un ritmo adecuado en el proceso de adquisición de distintas funciones cerebrales.

“Nuestro hijo nace con un gran potencial, y para que ese potencial se desarrolle al máximo de la forma más adecuada y satisfactoria, nosotros somos los encargados de aprovechar esa oportunidad del proceso de su maduración”

Las deficiencias o falta de estimulación en el primer año de vida del bebé pueden tener consecuencias en el desarrollo óptimo de sus habilidades motoras, cognitivas, lingüísticas y sociales. Algunas de las principales causas son la falta de tiempo y cansancio de los padres, como consecuencias de las exigencias laborales y el acceso masivo al uso de tecnologías.

La estimulación sensorial tiene como objetivo activar los sentidos y favorecer la entrada de información al cerebro, estimulando las áreas cerebrales que le permiten recibir información, y que a su vez disparan los dispositivos cerebrales, que activan otras áreas cerebrales para que la información se analice, elabore y se inicien circuitos de aprendizajes generales y específicos.

¿Cómo favorecer la estimulación sensorial de nuestros hijos?

  • Aumentar el contacto: piel con piel, acunar, masajitos…
  • Generar experiencias sensoriales en lo cotidiano: leer cuentos, cantar canciones, bañarlo, imitar ruidos del bebe, portear
  • Recordemos que el juego es la actividad más significativa en primera infancia, mediante el cual podemos potenciar y desarrollar las capacidades y habilidades de los niños.
  • Integrándonos a la dinámica de juego que realiza el niño.
  • Exploración  al aire libre: sentir el viento, explorar naturaleza, etc.
  • Estimulación sensorial múltiple explorando a través de los sentidos con objetos ser variados, de diferentes texturas, seguros y con posibilidades de juego. Manipulación de objetos (apilar, amontonar, agrupar, abrir y cerrar), así como la experimentación de distintos estímulos sensoriales.

El desarrollo sensorial en las personas va de la mano con el aprendizaje, incluso, desde antes de nacer. Investigaciones han comprobado que determinada música y la voz del padre o la madre provocan reacciones en un bebé en gestación, logrando reconocerlos. A la 24 semana de gestación se forma el oído interno.

Los sonidos, olores, colores y tacto permiten al niño o niña aprender del mundo y construir significaciones de él, por esto es relevante generar espacios que permitan la exploración, curiosidad y experimentación.

De 0 a 6 meses: En el parto, el bebe desarrolla movimientos que le permite avanzar por el canal uterino como el REFLEJO TÓNICO LABERÍNTICO y el ESPINAL DE GALANT. ( niños nacidos por cesárea presentan con frecuencia estos reflejos como no integrados) .

Por otro lado, este sistema primitivo le ayuda a sobrevivir inicialmente, como el REFLEJO DE MORO que permite al niño tomar aire en los pulmones y romper a llorar.

Otros reflejos como el de SUCCIÓN, AGARRE… ayuda al bebé a alimentarse y a no caerse de la madre.

Alrededor de un mes después del nacimiento, al colocarlo boca abajo, el bebé empezará a integrar en REFLEJO TÓNICO LABERÍNTICO (RTL) levantando su cabeza.

Mover el culete de lado a lado boca abajo preparará al bebé para reptar sobre su barriguita. Cuando aprende a reptar de una manera exacta el REFLEJO DE BABINSKY y de ARRASTRE empiezan a integrarse.

Entre los 2 y 5 meses el REFLEJO DE LANDAU se desarrolla cuando al levantar la cabeza también levanta el pecho y las piernas.

Hacia los 6 meses, debe de haber desarrollado los REFLEJOS DE VOLTEO y será capaz de voltear de boca arriba a boca abajo y viceversa.

Se sienten más atraídos por los colores brillantes y cosas con sonido y movimiento, por tanto cantarles o poner música es una gran forma de estimulación a esta edad. En cuanto a los juguetes que puede introducir en esta etapa son: móviles, sonajeros, gimnasios y tapetes de actividades y juguetes de tela suave.

De 7 a 12 meses: siguen atraídos por los sonidos, pero ahora también quieren experimentar y probar lo que existe a su alrededor, por eso es que todo lo que llega a sus manos lo llevan a su boca. Su sentido de coordinación ha mejorado, ya pueden agarrar y golpear cosas, sin dejar de mencionar que ya comienzan a mostrar sus primeros indicios de movimiento, ya se sientan, se arrastran y algunos hasta gatean. En cuanto a juguetes que ayudan en esta edad a la estimulación temprana, se encuentran las pelotas, los bloques, cubos de madera y carros que puedan mover.

Extiénde una manta en el suelo y coloca al niño sobre ella. Puedes colocarlo boca arriba y luego darle la vuelta (sobre un cojín estará más cómodo).

Mover el culete de lado a lado boca abajo preparará al bebé para reptar sobre su barriguita. Cuando aprende a reptar de una manera exacta el REFLEJO DE BABINSKY y de ARRASTRE empiezan a integrarse.

Hacia los 6 meses, debe de haber desarrollado los REFLEJOS DE VOLTEO y será capaz de voltear de boca arriba a boca abajo y viceversa.

Entre los 6 y 9 meses el REFLEJO TÓNICO SIMÉTRICO CERVICAL (RTSC) se desarrolla para que el bebé sea capaz de sentarse. Cuando la cabeza se extienden hacia atrás las piernas se flexionan y los brazos de estiran, por el contrario cuando la cabeza se inclina hacia delante, los brazos se flexionan y las piernas se extienden. El bebé empezará a hacer rodar su cabeza desde la coronilla hasta la nariz y luego se mecerá con los brazos ligeramente flexionados. De esta manera, el RTSC se integra. El bebé no será capaz de gatear antes de que haya hecho estos movimientos el número suficiente de veces que lo necesite.

Cuando gatea, 8 – 10 meses, hace movimientos cruzados, trabaja el equilibrio y la estabilidad. Que será importante para ponerse de pie, sostenerse y moverse a lo largo de mobiliario y empezar a caminar.

De 1 a 2 años: son más activos, ya dominan mejor sus movimientos y, por tanto, creen tener mayor independencia, así que su curiosidad y ganas de ver todo lo que los rodea no les permiten quedarse quietos.

En este momento es importante enseñarles el valor de compartir y sociabilizar, permitiendo cualquier oportunidad para que jueguen con otros niños. En cuanto a los juguetes más apropiados para su estimulación durante esta etapa, son precisamente todos aquellos que les permiten su movilidad y exploración, como los caminadores, juguetes que se arrastran y halan, así como los juguetes para montar y desplazarse.

De 2 a 3 años continua la exploración de las cosas, pero con mayor sentido de pertenencia e independencia. Ya tienen además mejor dominio de sus cuerpos y movimientos, así que los juguetes de movilidad siguen siendo los mejores para desarrollar su estimulación, pero aquellos más avanzados, como por ejemplo, triciclos, carros montables, mesas de actividades para que exploren y juguetes para imitar la vida cotidiana. Por otra parte, los juguetes de madera que no tienen piezas pequeñas son de gran ayuda para que desarrollen su motricidad.

De 3 a 5 años tienen aun más energía que antes, en esta edad ya son niños pequeños con personalidades y gustos más definidos. Una de las mejores experiencias en el desarrollo para niños de esta edad es estimular su imaginación con juegos creativos, juguetes para armar y sobre todo juegos al aire libre para que liberen toda su energía. Claro que es importante tener en cuenta que no todos los niños son iguales y no todos se desarrollan de la misma forma en las mismas edades. Lo importante es jugar y divertirse.

Aprovecha este instante para mostrarle cómo algunos objetos flotan y otros no. Busca diferentes elementos grandes, que el niño pueda agarrar y que no pueda tragarse.

Mediante diversas actividades con la vista, el oído, el tacto o el olfato (el sentido del gusto trabaja sobradamente con la alimentación) ofrecemos a nuestro bebé la respuesta a su demanda de conocimiento y de actividad cognitiva.

Algunos objetivos de la educación sensorial son:

  • Lograr un desarrollo armónico de cada uno de los sentidos.
  • Mejorar su coordinación  para el mejor conocimiento del mundo exterior.
  • Ajustar sus respuestas a los estímulos sensoriales que reciben, dando respuestas diferentes a estímulos distintos y respuestas semejantes a estímulos iguales o parecidos.
  • Potenciar el desarrollo cognitivo

En la Clínica Silvia Molins podemos guiarte acerca de cómo estimular a tu bebé, en función de su edad, para que el desarrollo de su sistema nervioso y su postura sean óptimos.