Obstrucción del canal lacrimal

La obstrucción del canal lacrimal es frecuente, se puede dar en bebés recién nacidos y también en personas adultas manifestándose de manera frecuente alrededor de los 50 años. La etiología es diversa pero parece ser que la inflamación y el edema pueden ser la causa principal, apareciendo un tejido cicatricial, con tejido de granulación, pólipos, infecciones y esto puede producir la obstrucción de este canal.

La clínica fundamental, es el lagrimeo, puede complicarse con contaminación bacteriana secundaria, presentándose hinchazón y dolor a nivel del saco lagrimal con diversas complicaciones.

El tratamiento médico en los casos agudos es la pauta de antibiótico vía oral y calor local. En los casos crónicos, el tratamiento es quirúrgico, no existiendo conformidad en el tipo de cirugía más idóneo.

Las lágrimas son transportadas hasta las cavidades nasales por las vías lagrimales y en su trayecto tienen íntima relación con diversas estructuras, sobre las cuales prestaremos especial atención a la hora de plantear nuestro tratamiento. El conducto nasolagrimal, atraviesa el canal formado por el unguis y el maxilar, llegando desde el saco lagrimal hasta el meato nasal inferior. El paso de lágrimas hacia los conductillos lagrimales y la nariz, se hace por un juego de presiones entre las distintas partes de los conductos de drenaje.

Mediante la utilización de técnicas osteopáticas no invasivas podemos tratar esta patología tanto en el bebé como en el adulto y el tratamiento va a consistir en liberar, mediante técnicas manuales suaves, los huesecillos implicados en que las lágrimas fluyan de manera fisiológica hacia la cavidad nasal, así desaparece la obstrucción y el constante lagrimeo del paciente.

Por otro lado, para el control de la inflamación de las vías lagrimales, también será importante prestar atención a la inervación simpática y parasimpática de la glándula para lo cuál deberemos actuar sobre su regulación a través de técnicas manuales.

En resumen, merece la pena probar los efectos de 4 o 5 sesiones osteopáticas, que es el promedio utilizado en este tipo de patología, antes de la utilización de técnicas invasivas como es la cirugía.