¿Por qué es tan importante el gateo?
“El gateo es un momento evolutivo muy importante, pues supone una adquisición de autonomía frente a los padres y una oportunidad de descubrir y experimentar el entorno que el niño no había tenido hasta entonces. Es el resultado de una evolución en el control del cuerpo, siendo una de las bases para el desarrollo cerebral y educativo del niño”
Según la Organización Mundial de la Salud, «gatear es uno de los seis hitos motores fundamentales para aprender a caminar».
Mediante el presente artículo queremos dar a conocer la importancia que tiene el gateo para el desarrollo del cerebro, ya que permite que el niño luego de solo depender del adulto, pueda desplazarse y que pueda moverse por el espacio e ir explorando y descubriendo el mundo que lo rodea, desarrollando también el aspecto psicomotor.
Suele suceder alrededor de los 7 a 9 meses, cuando ya es capaz de sostenerse por sí solo sentado echando su peso hacia delante y colocando las manos por delante de su cuerpo adquiriendo la posición de gateo. Algunos lo hacen alrededor del año, otros a los seis meses, mientras que hay niños que aprenden a caminar sin haber gateado nunca.
¿Gatear? Es una etapa más en su desarrollo psicomotor, es un movimiento armónico, simétrico, coordinado que proporciona y requiere una gran coordinación de brazos y piernas, tiene consecuencias a nivel motriz, intelectual y emocional. Desarrollan la visión, la tactilidad, el habla, el equilibrio, además de otras importantes funciones.
Con el gateo el bebé es capaz de despegar el cuerpo del suelo y mantener el apoyo en 4 puntos utilizando su sistema de equilibrio. Las dos imágenes visuales se funden en una sola, lo cual contribuye a que perciba el espacio en tres dimensiones, a que pueda sortear obstáculos, elevar la cabeza y dirigir la escucha y la mirada a una mayor distancia.
Si trata de coger un objeto que esta distante en el suelo primero lo localiza, lo busca con la mirada y luego se dirige hacia el gateando. Los cambios de distancia activan los ajustes dióptricos y desarrollan la amplitud, flexibilidad y precisión de la acomodación visual.
Por esta razón la acomodación y las vergencias no se pueden desarrollar sin la vinculación de la locomoción y la manipulación. Si existe algún bloqueo por falta de de estimulación en el desarrollo neuro-psicomotriz se pueden alterar esta habilidades, siendo estas capacidades fundamentales para los movimientos visuales durante la lectura.
El 95% de niños que no gatean tienen problemas de lectoescritura. El 5% restante lo suple trabajando la manualidad. (Glenn Doman)
A nivel motor debemos permitir que el niño avance por sí solo por las siguientes fase: Boca arriba, volteares, arrastrase primero, gatear después, casi al mismo tiempo sentarse y por último, dejando que sea el mismo el que de vaya levantando poco a poco, caminar apoyado sobre un lado de forma alternante, caminar sin apoyos, correr y saltar.
Favorece:
- La creación de las rutas de información neurológica entre los dos hemisferios, esto quiere decir, que va a facilitar el pasó de información esencial del un hemisferio a otro, permitiendo la maduración de las diferentes funciones cognitivas.
- El desarrollo el patrón cruzado, es decir, la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal organizado y en equilibrio del cuerpo humano. Esto implica que el brazo derecho va sincronizado con el pie izquierdo y el brazo izquierdo con el pie derecho.
- El desarrollo de la musculatura:al gatear se tonifican adecuadamente los músculos que más adelante permitirán que el niño mantenga la columna perfectamente recta cuando esté maduro para poder ponerse de pie.
- La coordinación entre lo que el ojo ve y lo que la mano y el pie hacen:Este aspecto es importante porque después al niño le será más fácil caminar si coordina bien los pies. Hay niños que se tropiezan con mucha facilidad porque no coordinan de manera adecuada. Además, este aspecto es muy importante para aprender después a leer y escribir, ya que en este proceso el ojo y la mano tienen que estar coordinados. desarrollando la coordinación cerebral ojo-mano. Cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar a la que más adelante habrá entre ojo y mano a la hora de leer y escribir. Por tanto, el gateo favorece decisivamente la aparición temprana de ambas funciones -leer y escribir- con los beneficios adicionales que ello conlleva intelectualmente.
- El descubrimiento del entorno (el cambio de plano, calcular distancias):el bebé que gatea está obligado a calcular las distancias para no chocarse con una pared o una puerta, ya que la cabeza va siempre por delante cuando está gateando.
- Desarrollo manualidad fina: El niño siente la tactilidad de la palma que está viendo. Esto tiene una serie de ventajas que influirá en la escritura. Es importante porque debe sacar el pulgar. Cuando nace tienen la mano cerrada y el pulgar dentro de los otros dedos, a medida que va cogiendo objetos lo irá sacando, pero la última fase es el gateo, donde abre toda la mano para poder soportar el resto del cuerpo, percibiendo así la gravedad. Y con ello podrá desarrollar el movimiento fino y la capacidad de coger objetos. Además, al masajear la palma de la mano, ésta envía información al cerebro de dónde está y de las diferentes sensaciones y texturas que siente. Sus hemisferios cerebrales trabajan más duro y se conectan mejor.
- Su autonomía:significa que el bebé está listo para separarse de su madre y empezar a conocer el mundo exterior, para su desarrollo integral. Comienza a decidir hacia dónde ir y por dónde moverse, lo cual es fundamental para que pueda ir aprendiendo a tomar sus propias decisiones.
- Desarrolla el sistema vestibular de suma importancia para activar la emisión de señales de los dos laberintos del oído al cerebelo, el desarrollo de esto permite que el bebé desarrolle su percepción, así el podrá saber a ciencia cierta dónde están todos y cada uno de los puntos de su propio cuerpo, así el cerebro puede ordenar a cada parte particular que actúe conforme a las necesidades que se presenten en forma ordenada e independiente.
- La convergencia visual,es decir, permite el enfoque de los ojos. Al mirar al suelo para colocar la mano o la rodilla convenientemente, el niño enfoca los dos ojos en un mismo punto a corta distancia. Éste es un estupendo ejercicio muscular para los ojos y es tal su importancia que, según estudios de optómetras, el 98% de los niños con estrabismo no gatearon lo suficiente de pequeños. Por ejemplo si se dirige a un punto gateando, dirige ambos ojos al infinito; la idea es desarrollar esta convergencia mediante ejercicios que faciliten la acomodación visual. Se sabe por estudios optométricos, el gateo influye bastante en evitar problemas visuales a futuro.
- Ayuda a desarrollar la “dominación hemisférica”, proceso por el cual se incrementan las habilidades de los niños; es de señalar que los hemisferios determinarán el empleo de la parte derecha o izquierda del cuerpo en tal o cual acción que el niño realice.
Para estimular el gateo, es recomendable:
- Dejarlo en el suelo, en un espacio que el que el niño pueda desplazarse con facilidad. No dejarlo en hamacas, tacatas… ya que sino no tendrá la oportunidad de explorar el espacio.
- Debemos cerrar los lugares peligrosos, como los enchufes, tener cuidado con las esquinas de los muebles.
- Es también importante poder tener en cuenta la ropa que usa el niño cuando gatea, está debe de ser cómoda, y que no use zapatos. En el gateo el dedo gordo del pie apoya para poder impulsarse, es importante que lo haga para el desarrollo el arco del pìe.
- Necesitan siempre una motivación para que puedan sentirse interesados para poder realizar las actividades sobre todo si son nuevas para él. Lo motivaremos con ayuda de su juguete preferido o algún otro juguete que colocaremos a cierta distancia del niño y estimularlo a gatear para poder irlo a buscar.
- Colocar al niño de rodillas y ayudarlo a apoyar las manos hacia adelante, realiza pequeños empujoncitos en sus pies. Luego puedes dirigir hacia adelante sus piernecitas para que realice el movimiento sincrónico con las manos. Esto le servirá de punto de apoyo y el niño conseguirá avanzar hacia delante. El impulso hasta facilitará que levante un poco el tronco y se ponga por fin a cuatro patas.
- Existen varios ejercicios y juegos que pueden practicar con el niño para estimular el gateo y su evolución motora. Por ejemplo, cuando le cambiamos de ropa, o lo bañamos, o le cambiamos el pañal, se puede ir extiendo y flexionando sus piernas como si estuviera pedaleando en una bicicleta, para poder ir dándole la fuerza y tono muscular necesario para el gateo.
- Otra cosa que le encantará es que gatees a su lado en cuatro patas y que le ayudes a desplazarse. Recorre tú también la casa a cuatro patas como si fuera lo más normal del mundo. Gatear junto al bebé haciendo persecuciones en diferentes direcciones de manera que podamos ir persiguiendo al bebé y pedirle que os persiga. O hacer carreras ambos gateando.
- Hay además varios juguetes muy efectivos para esta etapa que ayudan al niño a coordinar sus movimientos.
* Juguetes cilíndricos :Las pelotas con ruidos y colores son muy buenas, o con ruedas que hacen que el bebé los empuje y los persiga.
* Las mantas de actividades y los gimnasios de suelo son juguetes que estimulan los movimientos del bebé previos al gateo.
- No obligarlo a ponerse de pie, el niño lo hará cuando realmente se sienta seguro. No obligarle precozmente a andar, al gatear se tonifican adecuadamente los músculos que más adelante permitirán que el niño mantenga la columna perfectamente recta cuando esté maduro para poder ponerse de pie las piernas del bebé no están preparadas.
- No presionarlo, y él niño no se siente preparado lo más probable es que pronto se desanime y no quiera volver a pararse, ya que lo que hemos logrado es haberlo bloqueado. Lo más importante es no forzar ninguna postura, si vemos que el bebé no está preparado para gatear todavía le dejaremos que siga jugando y observaremos hasta que veamos que está preparado. Recordad que tenemos que ajustarnos a su desarrollo evolutivo.
- No forzar posturas para la que todavía no se ha desarrollado, por ejemplo el taca taca, poner de pies cogiéndole por los brazos y hacerle andar cuando todavía no se levanta por sí mismo…por mucho que nos haga ilusión verle caminar, no le estamos ayudando nada para que se desarrolle de forma correcta.
- El juego de la toalla: enrollamos una manta en forma de rodillo y sujetando al bebé por el tronco se le coloca sobre ésta, de esta manera lo que haremos será impulsar hacia adelante y hacia atrás al bebé para que él se apoye en las manos.
- Juegos de obstáculos:
- Con la ayuda de los papas: otra forma de conseguir este ejercicio es que el papá o la mamá se sienten en el suelo con las piernas abiertas poniendo en una de ellas el juguete y en la otra pierna el bebé, colocar al niño de forma transversal sobre el muslo. Su barriga debe quedar justo encima de ellos, y sus rodillas, en el suelo.Con suaves movimientos de los muslos arriba y abajo, el pequeño podrá experimentar cuál será la posición del tórax durante el gateo.de este modo el bebé deberá pasar por encima de ambas piernas y así poder alcanzarlo y tú podrás ayudarle a adquirir la postura adecuada.
- Cuando el bebé ya controle estos ejercicios que hemos visto anteriormente podemos colocar ‘obstáculos’ en una distancia pequeña que incluya; cojines, túneles con sillas, mantas enrolladas, y motivarlo a sobrepasarlos para alcanzar su juguete.
Si vuestro bebé gatea para atrás, no hay que preocuparse sino que tenemos que seguir motivándolo para que finalmente logree desplazarse mediante el patrón cruzado (brazo derecho-pierna izquierda/ brazo izquierdo-pierna derecha), lo que estimulará la coordinación entre ambos hemisferios cerebrales que le permitirán en el futuro realizar actividades motrices.
Enfoque osteopático.
Algunos partos, generan compresiones craneales que generan leves tensiones meníngeas, y sobre zonas importantes en los primeros seis meses del desarrollo neurológico del bebé , que a pesar de ser leves, y aparentemente asintomáticas, puesto que no generan signos evidentes ni patología aparentemente asociada, son lo suficientemente distorsionantes de la maduración sensorial.
El bebé puede presentar un historial que para el osteópata si se traduce en señales que el bebé dió desde su nacimiento, de que necesitaba un tratamiento osteopático infantil. Desde la Osteopatía pediátrica, signos como llanto desconsolado del bebé, cólicos, dificultades para conciliar sueño, posteriormente se pueden traducir también en ciertas dificultades psicomotrices.
Reflejos primitivos. Todo bebé debe presentar una serie de reflejos primitivos, que son respuestas automáticas a ciertos estímulos corporales o relacionados con el exterior. Estos reflejos, son de adaptación, dirigidos básicamente a la supervivencia, y algunos de ellos desarrollan los primeros patrones de movimiento homolateral. Posteriormente, estos patrones homolaterales deben ser sustituidos, por otros que faciliten el desarrollo psicomotor cruzado, por ejemplo el gateo. En algunos niños esta maduración y paso de un patrón homolateral a cruzado no se realiza con la efectividad necesaria y el bebé presenta dificultades para gatear, con las consecuencias posteriores que ese factor puede tener sobre su desarrollo óptimo cognitivo y psicomotor tal y como numerosos investigadores nos están mostrando y como las terapias de desarrollo sensorial nos muestran.
Un gran porcentaje de niños con dificultades de lectura habían omitido las fases de arrastrarse y gateo durante su infancia.
Pavlides
CONCLUSIÓN
Es importante facilitar y estimular los movimientos de reptar y gatear en el bebé, que no siempre son innatos, para alcanzar un buen aprendizaje ya que asienta las bases de una buena lateralización, determinación manual, ocular, auditiva y podal.
Los pediatras Santiago Ucros y Natalia Mejía, autores de la ‘Guía práctica de pediatría basada en la evidencia dicen «es preciso gatear para aprender a caminar bien».