¿Qué puedo hacer para mejorar la postura?

La postura es la posición que adoptan los diferentes segmentos corporales en el espacio y en relación a ellos mismos. Si esta relación es la adecuada, nuestra postura será favorable; de lo contrario, existen algunos consejos que nos pueden ayudar.

La postura que adoptamos depende en gran medida de la tonificación de los músculos tónicos o posturales, de la tensión ligamentaria, del apoyo plantar o del pie, de los captores visuales, los receptores estomatognáticos (la boca) y del sistema vestibular del oído que colabora grandemente en el equilibrio.

Los músculos tónicos(o de la estática) son aquellos cuya acción permite vencer la gravedad y mantener la postura erguida. Se organizan en cadenas y, a groso modo, son los que se sitúan en la parte posterior de nuestro cuerpo desde la cabeza hasta los pies.

Sin embargo, debemos aclarar que para mantener una buena postura (y evitar dolores y molestias) será necesario que todos los músculos se encuentren fortalecidos de manera que nos permitan movernos correctamente y mantener un equilibrio mecánico.

Aún así, podríamos decir que existen ciertos músculos más involucrados que otros y que fortaleciendolos pueden ayudar a aquellas personas que se perfilan hacia algún problema postural debido a una incorrecta curvatura de la columna vertebral.

Entre los principales músculos que intervienen en la postura se encuentran el trapecio, los extensores dorsales, el recto abdominal, el oblicuo interno, el oblicuo externo y el transverse abdominal.

Está claro que sin un buen soporte anterior que consiga mantener la parte superior del cuerpo éste caería hacia adelante. Sucede lo mismo con la musculatura ubicada en la parte trasera del cuerpo y en los miembros inferiores.

Además, una base de apoyo inadecuada o alterada generará problemas posturales que pueden repercutir en dolores de cuello o espalda. Es por este motivo que los fisioterapeutas-osteopatas hacemos una revisión postural global al inicio de cada sesión.

Resulta imprescindible evitar el sedentarismo en la medida de lo posible, ya que mantener una misma posición durante largos períodos de tiempo lleva a curvar la columna vertebral y generar una postura incorrecta. La silla y los trabajos de escritorio o frente al ordenador propician un ámbito para el desarrollo de los dolores de espalda, cuello y columna.

Por tanto, es recomendable la realización de ciertos ejercicos que permitan tonificar la musculatura de la espalda (p. ej. Ejercicios funcionales, como hablabamos en otro artículo). Mantener una postura correcta es indicador de buena salud.

Asimismo, es muy impotante realizar actividades de flexibilidad y estiramientos.

¿Cómo lo consigo?

Pues es sencillo: trabajando de manera funcional y analítica la musculatura implicada en el mantenimiento de una postura correcta. Tu fisioterapeuta-osteopata será capaz de detectar en una valoración qué musculatura debes ejercitar y cual deberías estirar.

Uno de los grupos musculares más importantes son los abdominales (ya hablamos en otro artículo de la importancia de la gimnasia abdominal hipopresiva).

Además de proporcionar un vientre plano, el trabajo de la musculatura abdominal tiene otros efectos en el organismo que van más allá de lo meramente estético.

En primer lugar vamos a explicar lo que supone tener un abdomen fuerte a nivel motor. No tenemos que olvidar que la pared abdominal es uno de los puntos de fuerza del organismo, ya que es el centro neurálgico motor del cuerpo (la mayoría de las acciones que realizamos hacen que intervengan los músculos abdominales). Por esto, tener una pared abdominal fuerte nos permitirá rendir más, conseguir mejores resultados y realizar los movimientos de forma correcta.

Conseguir una musculatura fuerte en la pared abdominal nos ayudará a mantener todo el tronco mucho más estable, que implica tener una musculatura lumbar potente. Es cierto que lo ideal es combinar el entrenamiento lumbar con el abdominal para conseguir proteger al máximo la espalda y toda la zona lumbar.

El trabajo abdominal es también muy beneficioso a nivel digestivo, ya que ayuda a activar y acelerar el movimiento intestinal y agiliza la asimilación de los alimentos y la eliminación de deshechos.

La realización de algunos ejercicios abdominales como los hipopresivos será de gran ayuda para trabajar la parte más interna de la pared abdominal. Fortalecer esta parte del cuerpo es beneficioso para lograr que cada uno de los órganos internos se mantengan en su lugar y no se produzcan descolgamientos (tras partos, años corriendo, sobrepeso…)

¿Se puede prevenir?

Como ya hemos comentado, la reiteración de malas posturas y el debilitamiento de los musculos estabilizadores de la espalda puede generar dolor de espalda. Vamos a recomendarte algunas pautas para prevenir que aparezca una mala postura:

  •  Realiza activiad física regularmente: una actividad física adecuada tonificará los músculos responsables de la estabilidad de la espalda y evitará las malas posturas. Ejercicios como la natación o realización de ejercicios funcionales y abdominales hipopresivos te ayudará a cuidar tu espalda.
  • No te olvides de estirar la musculatura que esté acortada.
  • Cuida la postura cuando estés sentado: hoy en día pasamos muchas horas sentados delante del ordenador, es muy importante adoptar una posición adecuada libre de vicios posturales que afecten a nuestra espalda. Un buen truco para sentarse bien es la utilización de una pelota de pilates en lugar de la silla.
  • Duerme sobre una superficie adecuada: Una buena cama donde descansar proporcionará el descanso que tu espalda merece y no se resentirá a la hora de levantarnos.
  • Realiza una buena respiración: una inspiración y espiración profundas ayudarán a relajar tus músculos evitando contracturas. Recuerda que tenemos el DIAFRAGMA, un músculo muy potente que es capaz de oxigenar todo el cuerpo.
  • Utiliza técnicas o actividades de relajación para destensar los músculos de la espalda y quitar el estrés diario que hace que tus músculos se acorten.
  • Controla tu peso: un peso excesivo puede hacer variar las curvaturas de la columna produciendo un desequilibrio postural que a la larga limitará nuestros movimientos y desembocará en dolores de espalda. Tu fisioterapeuta-osteopata también puede darte asesoramiento nutricional.

 En la clínica Silvia Molins te animamos a que nos visites aunque no te duela nada. En una revisión periódica podremos detectar disfunciones y tratarlas antes de que den síntomas. Además, siempre podremos ayudarte y asesorarte acerca de cómo conseguir una buena postura. (5 motivos para acudir al fisioterapeuta sin tener ninguna dolencia)