“No es necesario resignarse a que cada 28 días se sufra un dolor casi insoportable, acude a tu osteópata.”
Las reglas dolorosas son algo muy común en nuestra sociedad, de hecho muchísimas mujeres tienen dolor durante la regla. Estas mujeres se sienten condenadas a sufrir cada mes de su vida, con la única opción de hormonarse hasta la menopausia, cuando se retira la menstruación.
Dicen que 1 de cada 10 mujeres tienen dolores tan severos que afectan a su día a día.
La dismenorrea primaria es una de las alteraciones ginecológicas más frecuentes, condicionan mucho el día a día a las pacientes que padecen dicha patología. Toda su planificación, tanto de ocio como laboral gira en torno a su ciclo menstrual.
Estas pacientes, aparte de padecer fuertes dolores, de tener que permanecer en la cama durante 1 o 2 días posteriores a la aparición de la regla, deben preocuparse por su situación laboral. También pueden cursar con dolor durante la ovulación. En esta fase, no suele existir tanto dolor ni incapacidad, como durante la regla.
Muchas adolescentes y mujeres jóvenes padecen cierto grado de dismenorrea primaria. Suele comenzar dos o tres años después de la primera menstruación, cuando se establece la ovulación. Disminuye a partir de los 25 años y es muy rara después del primer parto. Pueden acompañarse o no del sín-drome prementrual (sensación de plenitud, irritabilidad, depresión, y otras alteraciones que suelen presentarse los días previos a la menstruación.
Los médicos lo llaman “dismenorrea”. Dividen además en la dismenorrea “primaria” y “secundaria”. En pocas palabras, primaria es el dolor sin causa conocida, secundaria es el dolor en parte o totalmente como resultado de algún problema subyacente que puede ser detectado (por ejemplo, endometriosis, fibroides, una infección, etc).
Síntomas que presenta:
- Dolor en el abdomen bajo de tipo cólico que pueden irradiar a la espalda y piernas
- Dolor lumbar
- Poliuria (aumento de veces de orinar)
- Náuseas
- Diarrea
- Cefalea
- Distensión abdominal
- Depresión e irritabilidad.
- Retención de líquidos
- Pesadez en las piernas
- También puede ir precedida por el Síndrome Premenstrual, el cual empieza después de la ovulación hasta la menstruación.
Todo esto es muy variable, cambia en función de la persona, pero vemos por tanto que en algunos casos puede llegar a ser bastante invalidante y molesto.
La dismenorrea se clasifica en primaria y secundaria.
- La dismenorrea primaria aparece después de la primera regla y es debida a causas no relacionadas con la pelvis, como al exceso de una substancia similar a las hormonas llamada prostaglandina, una substancia que su exceso causa contracciones uterinas dolorosas. Es el dolor cíclico que acompaña a la menstruación durante los ciclos ovulatorios puede ser debida a las contracciones uterinas e isquemia probablemente relacionadas con el ciclo de las prostaglandinas. La falta de ejer-cicio y las alteraciones emocionales pueden contribuir al problema.
- Primera regla a edad temprana (menarquia)
- Índice de masa corporal (IMC) por debajo de 20 (peso corporal relativamente bajo).
- Ciclos menstruales largos con duración de sangrado largo o abundante e irregular.
- Antecedentes familiares de dolor menstrual.
- Tabaco, alcohol, vida sedentaria…
- No existe una causa orgánica que lo explique
- La dismenorrea secundaria, la más corriente, puede empezar después de años de la primera regla, y su causa son los dolores relacionados con factores de la misma pelvis, como:
- Tastornos de los elementos de sostén (articulaciones, anclajes, fascias, ligamentos…),
- Trastornos del útero y de sus paredes:
- Endometriosis
- Fibrosis o fibromas
- Tumores benignos (miomas)
- Metritis (inflamación del útero)
- Anticonceptivos mecánicos en el cuello uterino (DIU)
- Infecciones
- Salpingitis
- Mal posición uterina
- Miomas, pólipos…
Pero no siempre el dolor menstrual es por estas causas, debe hacerse un diagnóstico diferencial, pues puede ser causado por quistes o torsiones ováricas, embarazos ectópicos, infecciones de las vías urinarias… y derivar al especialista adecuado en cada caso.
¿Qué lo provoca?
- Una mayor producción de prostaglandinas endometriales. (especialmente durante las primeras 48h, que es precisamente cuando el dolor es mayor). Se ha demostrado que la prostaglandina F se produce hasta 10 veces más que en las mujeres asintomáticas. Cuando las prostaglandinas entran a la circulación sistémica aparecen las náuseas, mareos, cefaleas y vómitos.
- Este aumento provoca contracciones mayores del miometrio junto con vasoconstricción de los vasos endometriales, lo que provoca ISQUEMIA, HEMORRAGIA Y DOLOR. Se produce una respuesta inflamatoria en la zona que activa los receptores del dolor. Además, debido a todos estos procesos la región pélvica aparecen espasmos y tensiones de carácter miofascial.
- Algunos de los factores que se han asociado a la aparición de este trastorno son el tabaquismo, el abuso de alcohol, la obesidad o el ser hija de una mujer que lo padecía.
El máximo dolor se produce los 2 primeros días, cuando el pico de prostaglandinas es mayor
Este tipo de patologías son debidas a desajustes hormonales, que pueden venir de la mano de la hipófisis (pequeña glándula que es la responsable de la segregación de FSH y LH, hormonas responsables de la maduración y rotura de los folículos del ovario donde se fabrican los óvulos) que se ve afectada por tensiones en la membranas que envuelven el cráneo, canal medular y que finalmente se insertan en el sacro.
Nosotros como osteópatas ayudamos a tu cuerpo para liberar la hipófisis eliminando las tensiones creadas en las membranas por disfunciones craneales, vertebrales y sacras, regularizamos la inervación, vascularización y eliminamos las adherencias que podamos encontrar en el ovario.
¿Qué tratamientos médicos suelen prescribirse para este problema?
El tratamiento médico más habitual para la dismenorrea es la prescripción de la píldora anticonceptiva, que suele ser efectivo, pero esto tiene unos efectos secundarios. El uso de terapia hormonal continuado se ha asociado a cáncer de mama, hígado y cuello de útero, además de trombosis, accidentes vasculocerebrales, hipertensión y depresión.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento en osteopatía ginecológica, tanto para la dismenorrea primaria como la secundaria, es el mismo, con su especificidad en cada caso.
- Primero, hacemos un interrogatorio para hacer un buen diagnóstico.
- Como siempre, habría que realizar una valoración individual para ver qué es lo que la persona necesita en cada caso, pues habrá mujeres en que pueda existir:
- Inestabilidad lumbo-pélvica asociada a este dolor.
- Congestión a nivel de la región abdominal.
- Tensión muscular en la región lumbo-sacra.
- Tensiones miofasciales que se originan a nivel pélvico,
- Factores socio-emocionales sean los principales responsables.
- Revisar las alteraciones estructurales o limitaciones de movilidad en el sacro, ya que éste probablemente estén afectados al indicarnos que su dolor menstrual lo sufre cada vez que le viene la regla.
- También trabajamos las partes blandas: fascias, ligamentos y órganos, accediendo a ellas a través del abdomen y por vía vaginal o rectal. Así resolvemos zonas de fibrosis, adherencias, congestiones locales, posiciones anómalas de los órganos intrapélvicos. Todo con las mínimas molestias, y muchas veces, con resultados casi inmediatos.
- Detectar las alteraciones estructurales en el útero, ligamentos y musculatura adyacente y sobre todo el posicionamiento de éste
- Con la actividad aeróbica como nadar, ir en bici, la marcha (correr, no, pues puede aumentar el dolor debido a los impactos) y los estiramientos (ideales para distender, relajar y movilizar estructuras).
- También son importantes los factores alimenticios. Por ejemplo, los alimentos refinados aumentan los niveles de azúcar en sangre, que favorecen la producción de sustancias químicas inflamatorias en todo el cuerpo, una de ellas: la prostaglandina.
Un mismo síntoma en dos mujeres diferentes tendrá etiologías completamentes distintas y por lo tanto tratamientos distintos.
El tratamiento irá enfocado a:
- Asegurar la inervación del útero y aparato genital en sus niveles dorsales y sacros.
- Equilibrar articulaciones y músculos de la pelvis.
- Favorecer la movilidad pélvica.
- Favorecer la circulación y drenaje uterino.
- Estabilización emocional con Osteopatía craneal.
- Control dietético eliminando alimentos predisponentes.
- Ejercicios específicos con Pilates.
- Abdominales hipopresivos
Otro factor muy importante a tener en cuenta es la nutrición, ya que actualmente nuestra dieta está llena de estrógenos, azúcares refinados grasas saturadas… y para que el ciclo menstrual femenino se realice con normalidad, se necesita una subida y bajada de estrógenos que no se produce si nuestra alimentación está llena de estos; por lo tanto hay que eliminar aquellos alimentos que no estén indicados en el contexto del paciente, buscando su equilibrio nutricional acido-base.
En la Clínica Silvia Molins te podemos ayudar. No pienses que estás condenada de por vida, ni que todo esto es hereditario y que sólo puede tratarse con anticonceptivos orales. Consulta con nosotros y con tu ginecólogo/a, puede que conozca nuestro trabajo. El tratamiento de la dismenorrea es sencillo y la paciente percibe resultados satisfactorios. Tu calidad de vida mejorará.
Puedes ver en qué opinan nuestras pacientes. Hay comentarios sobre la experiencia mujeres con este tipo de patología y con ello se pueda ayudar a otras mujeres que sufren de este problema.
La osteopatía ginecológica te puede ayudar si tienes:
- Dismenorrea (dolor durante la menstruación),
- Síndrome premenstrual
- Amenorreas (falta de menstruación) tras la toma de anticonceptivos
- Prolapsos leves de vejiga, útero y recto, algunas incontinencias urinarias
- Dispareunias (dolor durante las relaciones sexuales)
- Endometriosis
- En el preparto y recuperación en el postparto (sobre todo si has tenido un parto instrumentado o una cesárea)….