CARGA ÁCIDA DE LA DIETA
Por todos es sabido a día de hoy que “somos lo que comemos” y, en este sentido, sabemos la importancia que tiene la alimentación que llevamos sobre nuestra salud y nuestro estado físico. Sin embargo, no siempre prestamos atención a aquello que comemos o, aún peor, acabamos realizando malas elecciones dietéticas creyendo que nos van a acercar al objetivo que persigamos, bien sea una mejora en la salud, un cambio en la composición corporal, una mejora del rendimiento deportivo, etc. Incluso, en algunas ocasiones, el tipo de alimentación que llevemos puede predisponernos a sufrir alguna lesión, a cronificarla o a alterar algún otro sistema. En esta ocasión vamos a describir como una dieta acidificante puede influir negativamente en varios aspectos de nuestra salud.
Para poder definir primero que se considera “acidificante”, es necesario hablar del ph. El ph (potencial de hidrógeno) es una medida que se usa para valorar el grado de acidez o alcalinidad de una disolución. Así, un ácido se caracteriza por iones de hidrógeno de carga positiva (H+), y uno alcalino o base por iones de hidróxido de carga negativa (OH–).
El ph se mide normalmente con una escala de 1 a 14. El 1 sería el valor más ácido, y el 14 el más alcalino. El 7 sería un valor neutro. Por tanto, una alimentación acidificante es aquella que nos lleva a valores inferiores a 7, y eso tendrá consecuencias en nuestra salud, como veremos más adelante.
El ph sanguíneo debe ser ligeramente alcalino, en concreto de 7.4, con una variación de ±0.04, es decir de 7.36 a 7.44, y debe mantenerse constante. Fijémonos en que es un rango muy pequeño, y que cualquier variación del ph fuera de este rango es incompatible con la vida, no es que nos pongamos enfermos, es que nuestro organismo se muere, de ahí la importancia que nuestro organismo le va a dar a controlar el ph. De hecho, pequeñas variaciones del ph corporal, ya alteran la calidad de las moléculas de las proteínas, componentes celulares, permeabilidad de las membranas, fluidez de la sangre, etc.
¿Y qué influencia tiene la alimentación actual sobre estos desequilibrios del ph?, que habitualmente solemos llevar una alimentación con una alta ingesta de proteínas y, sobre todo, de origen animal. Solemos ingerir unos 170g/día de proteínas, cuando la OMS recomienda unos 40-70g/día.
Pues bien, los productos resultantes de la degradación de las proteínas son altamente acidificantes y pueden sobrecargar los sistemas de eliminación, fundamentalmente el riñón y los pulmones:
- Pulmones: 90% de la desadificación del ácido cítrico, oxálico y pirúvico. Provienen de la degradación de las proteínas vegetales y son volátiles (se metabolizan a CO2). Es una vía con una capacidad ilimitada.
- Riñones: metabolizan los ácidos grasos que provienen de las proteínas animales, como el ácido fosfórico, sulfúrico y úrico. Es una vía limitada, lenta y poco adaptable.
Es por esta razón que una alimentación rica en proteínas de origen animal va a tener peores repercusiones orgánicas que una rica en proteínas vegetales.
- Eliminaciones insuficientes:
- Renales
- Cutáneas.
- Pulmonares: baja oxigenación.
- Exceso de alimentos acidificantes.
- Ácidos mal degradados:
- Enzimas hepáticas.
- Enzimas pancreáticas.
- Agotamiento celular:
- Stress agresiones.
- Sobreesfuerzos
- Falta de sueño.
- Patología crónica.
Como ya hemos visto, un estado de acidez orgánica es incompatible con la vida, por lo tanto el organismo hará lo que sea para volver al equilibrio, y para eso utiliza los sistemas tampón o amortiguadores, que son:
- Celulares: hemoglobina, proteínas del plasma y proteínas celulares.
- Orgánicos: pulmón, riñón, piel, intestino, hígado y hueso.
Sí, habéis leído bien, el “hueso” sirve para equilibrar la acidez, por tanto estamos destruyendo hueso para ese fin. Esto nos hace ver la importancia que tiene este tema en grupos que ya puedan presentar fragilidad ósea por otros motivos, por ejemplo en la osteoporosis, o personas con problemas dentales.
Y, ¿de qué manera podemos saber si existe acidosis?:
- ph urinario: se mide el ph en orina 3 veces al día, después de las comidas.
- Situación normal: exceso de ácidos en la primera orina de la mañana, luego no.
- Acidosis tisular: persistencia de la acidez (ph=5) en las otras mediciones.
- Sintomatología:
- En primera instancia:
- Inflamaciones, calambres, tendinopatías, orina densa, piel seca, sudor ácido irritante, mucosas irritadas, bajada de defensas, fatiga crónica, etc.
- Posteriormente:
- Caries, hipersensibilidad dental, fragilidad capilar o de uñas, desmineralización del cartílago, dolores articulares, artrosis, osteoporosis, cálculos biliares o urinarios, etc.
- Síntomas añadidos:
- En primera instancia:
- Fatiga mayinal, alteraciones del sueño entre la 1 y las 3 de la mañana, migrañas frecuentes, estreñimiento, manos húmedas y frías, dolores musculares y tendinosos, músculos de la nuca y hombros contracturados, etc.
En la clínica Silvia Molins, como fisioterapeutas, solemos ver en consulta a muchos pacientes con síntomas como los que hemos descrito, en concreto muchos de ellos vienen consultando principalmente por dolor y, en muchos de esos casos ese dolor se presenta sobre el tendón. Se suele pensar que la causa podría estar en gestos repetitivos relacionados con la vida laboral o deportiva, o con posiciones mantenidas, pero no siempre es esta la razón, o no siempre de manera exclusiva. En muchos casos está alterada la bioquímica como consecuencia de una mala alimentación, lo que provoca el estado de acidosis tisular que hemos descrito.
Si recordamos, al principio del artículo hablábamos de los iones de hidrógeno de carga positiva (H+), pues bien, cuando éstos son muy numerosos en sangre, el organismo los desplaza fuera del sistema circulatorio, y uno de los tejidos por los que tienen más predilección es el tendón. Si esta situación no se revierte, la lesión se perpetuará en el tiempo.
Además de esto, también hemos visto que uno de los principales órganos que se afectan en el proceso de eliminación es el riñón, y esta alteración también está relacionada con numerosos casos que solemos ver en consulta. Además de la sintomatología mencionada anteriormente, podemos también encontrar:
- Infecciones de orina o cólicos, dolor dorso-lumbar o lumbar, edemas en párpados o piernas, tensión arterial elevada, debilidad, cefaleas, dolor en las últimas costillas, dolor del hombro del mismo lado, hipersensibilidad cutánea, etc.
Y entonces, ¿qué podemos hacer para recuperar el equilibrio?:
Principalmente debemos restablecer el equilibrio en la alimentación entre alimentos acidificantes y alcalinizantes.
- Estarían prohibidos: sodas, dulces, productos refinados.
- Serían obligatorios: legumbres, verduras, frutos secos.
De manera global podríamos establecer la siguiente división:
- Alimentos acidificantes: proteína animal terrestre, alcohol, té, café, azúcares refinados, sodas, productos industriales, cereales, pan, quesos, sal.
- Alimentos alcalinizantes: legumbres, patatas, castañas, plátanos, almendras, frutos secos, algas.
Además de esto, también deberíamos asegurarnos de ingerir suficiente agua (2-3 litros/día hasta que mejoren los síntomas), o incluso hacer infusiones de estigma de maíz o incorporar algún suplemento si la sintomatología es muy intensa.
Por todo esto, si presentas una lesión crónica que no acaba de recuperarse, o te sientes identificado con alguno de los síntomas que hemos descrito, ponte en contacto con nosotros en la clínica Silvia Molins para que podamos estudiar tu caso y pautar el mejor tratamiento personalizado.
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